A través de la estadística observamos una correlación entre los aspectos del temperamento y el comportamiento central. Observamos una mayor probabilidad de que las personas con prevalencia emocional en el temperamento, desarrollen comportamientos orientados a las relaciones. Asimismo, las personas con una prevalencia conativa (agresiva) en el temperamento tienen más probabilidades de desarrollar comportamientos basados en la acción. Y también, las personas con prevalencia racional en el temperamento son más propensas a desarrollar comportamientos centrados en el análisis y la ponderación. Aunque esta tendencia se ve confirmada por los datos obtenidos, no podemos afirmar que el temperamento sea el único determinante en la formación de la conducta central (personalidad central), aunque sí es un factor relevante en muchos casos.
A través de años de observaciones, hemos verificado características relacionadas con el comportamiento, de la siguiente manera:
El comportamiento central, o conducta central, se asocia con la dinámica de defensa básica y también con los aspectos motivacionales, mientras que los rasgos de interacción son responsables de la modulación de la conducta central, buscando alcanzar logros motivacionales específicos al mismo tiempo que permite que ocurra la adaptación social.
En algunas personas, observamos un mayor vínculo entre el comportamiento central y el temperamento, lo que sugiere una influencia genotípica del temperamento en la formación del comportamiento. Observamos una mayor frecuencia de esta influencia en personas con un temperamento dirigido a un determinado impulso y, con menor frecuencia, en personas con un temperamento diversificado para varios impulsos. En este segundo caso, observamos que la construcción de la conducta central puede ser el resultado de una adaptación social, es decir, de origen fenotípico. No tenemos datos suficientes para concluir si la conducta central es completamente de origen genotípico o fenotípico.
Buscamos indicadores numéricos que pudiesen evaluar aspectos relacionados con la personalidad integral, traduciendo a un lenguaje más objetivo y científico el entendimiento sobre el ser humano.
Creamos los siguientes indicadores: